jueves, 21 de marzo de 2013

¡1000 libras para hacer algo bueno!




Si de repente alguien te diese un sobre con 1.000 libras, ¿qué harías con ese dinero? ¿En qué lo invertirías?
Pues en algo bueno, si el sobre te lo da Mr. Lucky.


Seguid leyendo si queréis encontrar un motivo para sonreír.


Mr. Lucky tiene cientos de empleados por todo el mundo. No han firmado un contrato, ni han pasado por una entrevista de trabajo. Ni siquiera conocen a su jefe. Pero Mr. Lucky les ha contratado, les ha dado un trabajo que realizar y el dinero necesario para desempeñarlo. Generalmente, se acerca a gente al azar por la calle, les anuncia "You are lucky" (es usted afortunado) y les entrega un sobre en el que hay 1.000 libras en efectivo. Y entonces les informa de su tarea: "Toma este dinero y úsalo para hacer el bien. Úsalo de forma altruista".



¿Quién es Mr. Lucky?


No se sabe mucho de él. No se sabe qué aspecto tiene. En su única entrevista al diario británico Diary Thelegraph, contó la historia de su vida. Había trabajado durante años en una empresa de seguros y había ganado más dinero del que podía necesitar. Cada paga extra le dejaba más y más indiferente. Dimitió. "Pensé en reservar un vuelo al espacio, por aquello de satisfacer un sueño de la infancia", confiesa. "Pero cuando se lo dije a mis amigos, la conversación cambió a qué harían ellos si tuvieran tantísimo dinero. Entonces sentí vergüenza: sus ideas era más interesantes que las mías".


Decidió cancelar lo de irse al espacio y empezar un nuevo proyecto, We Are Lucky. La premisa es básica: ir dando 1.000 libras esterlinas (Londres es la ciudad en la que más veces se le ha visto aunque ha estado en más países) a la gente para que hagan algo bueno con ellas. Sale por la calle y va buscando candidatos. Esa chica que le devuelve al empresario el iPhone que se le ha caído por la calle, por ejemplo. O esa camarera cuyo marido está enfermo de cáncer y quiere comprarle cosas para aliviarle el dolor. Les da un toquecito en el hombro, o entra en sus bares, o da pistas en su cuenta de Twitter de dónde va a estar, y les da el sobre. "Les fotografío, les hago un pequeño cuestionario sobre sus esperanzas y qué harán con el dinero. Y les dejo ir". Su objetivo es dar un sobre al día, pero reconoce que a veces ve a mucha gente que lo necesita y da más.


"La gente me pregunta por qué no entrego todo el dinero a una organización caritativa. Y suena a tontería, pero recibo placer al contarle mi proyecto a los desconocidos", explica. "Me inunda un sentimiento de felicidad cuando les doy el dinero y ellos se lo dan a la caridad". Eso, parece ser, es lo que está buscando. No hay más. No hay una ideología que quiera transmitir, ni un plan para hacerse famoso (de hecho, se niega a que se sepa su propio nombre). Solo está comprando ese sentimiento a base de contratar a desconocidos para que sean ellos los que hacen el bien. "Quiero compartir mi responsabilidad, no mi suerte", remacha.


Transmitir una responsabilidad, está claro, no es exactamente responsable. No hay pruebas de que el dinero se esté usando para el bien. "Ni las necesito", contesta Mr. Lucky. "Se lo dejo a ellos. No voy a juzgarles ni hacerles seguimiento. A veces basta con creer en la gente".


En la página web se pueden ver a los elegidos y sus historias, sus fotos y un follow-up que verifica que el dinero fue a parar a un buen fin.






¿Qué os parece esta iniciativa?


¿Qué haríais vosotros si Mr. Lucky os entregase uno de sus sobres?

1 comentario:

  1. Parece que todavía hay gente que tiene un corazón cálido latiendo en su pecho. Me parece una idea muy buena la de este hombre, ojala más de uno y más de tres aprendieran a emplear su dinero en algo más satisfactorio.

    La historia me sonaba, no se si porque la lei, me la comentarias... o no sé, puede que por el anuncio de Cocacola, pero no lo recuerdo bien.

    Y tu, qué harías?

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